PUENTE DE LAS DONADAS DE MONTORO

TÍTULOPuente de las Donadas o de las Doncellas (históricamente reconocido como Puente Mayor de Montoro)
PERÍODOAño 1498, reinado de Los Reyes Católicos. Las obras duraron más de 40 años.
AUTORSe desconoce quién fue el autor, aunque numerosas fuentes dicen que se trató de Enrique Egas (Toledo, c. 1455-1534). Arquitecto y escultor español que ganó renombre y prestigio tras trabajar para la Catedral de Santa María de Toledo y continuó construyendo numerosos hospitales, así como, colaborando en numerosas obras de catedrales, monasterios y universidades.
LOCALIZACIÓNMontoro (Córdoba, España). El puente cruza el río Guadalquivir y conecta el monte sobre el que se asienta la localidad de Montoro, nombre puesto por los godos (Mon(te Go)thorum, ‘Monte de los godos’), y la meseta andaluza.
DESCRIPCIÓNEs un puente de 180 metros de longitud, 9 metros de ancho y una altura de 18 metros. Dispone en sus extremos de dos estribos de acceso y cuatro arcos de medio punto, siendo el central de mayor radio. Los sillares situados en zonas visibles tienen una forma cuidada, incluso en el intradós de los arcos se puede apreciar cierto esmero en la colocación de las piezas, observando partes más desgastadas por el paso del tiempo nos revelan que el relleno no era tan cuidado y eran de argamasa, piedras y escombros. La colocación de las piezas es a soga con alguna alternancia a tizón. Los arcos son de una única rosca compuesta por la misma piedra y disposición que el resto de la estructura, carece de grandes dovelas y de clave. Aguas abajo del Guadalquivir encontramos unas zonas de resguardo para los peatones, usadas cuando los carruajes ocupaban el total de la plataforma.
CONTEXTOEn pleno reinado de los Reyes Católicos surge la necesidad de conectar la sierra con la campiña, Andalucía y la Meseta, sobre el río Guadalquivir. La financiación de la estructura fue gracias a la donación de joyas por parte de las doncellas de la ciudad, de ahí el nombre del puente, así como la participación del Concejo de la Villa.
TECNOLOGÍA CONSTRUCTIVAEl puente está construido con piedra molinaza de color rojo, muy abundante y trabajada por los canteros constructores de la zona. La estructura se basa en cuatro arcos que descansan sobre grandes pilas dotadas con tajamares, lo que nos da a entender los grandes caudales que circulaban por el río.  
IMPACTOImpacto de la obra: Social y cultural: El puente surge tras la necesidad de conectar la ciudad de Montoro, situada en una colina junto al río y la campiña situada en la ribera opuesta. Pero más allá de eso, permitió conectar Castilla y Andalucía, obteniendo un importante papel en las comunicaciones entre ambas y constituyéndose como una estructura fundamental.Ambiental y paisajística: En aquella época se construían estructuras que fueran funcionales y que tuvieran cierto carácter escultórico. La técnica no estaba lo suficientemente desarrollada para diseñar puentes esbeltos y ligeros como actualmente, por lo que eran pesados, sobredimensionados y con mucha carga paisajista. La sección paisajista del cauce se ve altamente ocupada por la sección del puente, restando continuidad y naturalidad al paisaje. Pero, a su vez tiene un carácter escultórico que representa grandeza y embellece el entorno.
CRÍTICAFue una de las obras más importante de la época en materia de puentes, conectaba la campiña con la loma que servía ya entonces de emplazamiento a la localidad de Montoro y actualmente conecta la ciudad con el barrio El Retamar. Dado que el puente sirvió como estructura estratégica para el paso de las tropas y se construyó principalmente con dinero procedente de donativos de las doncellas, el Rey le concedió al pueblo el privilegio de no tener que albergar ni avituallar a las tropas. Hoy en día es parte del gran patrimonio histórico de la localidad y una buena pieza de ingeniería de la historia de nuestro país.

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