Diseñado para camuflarse entre las dunas (18 metros de altura) y orientado en la misma dirección que el viento del desierto (Shamal).
Estará construido con hormigón blanco el cual refleja los rayos solares y materiales reciclados recuperados de la cadena de desechos de construcciones locales (piedra, coral fosilizado, y “guss” un material local).
Los elementos individuales de la estructura y la piel del edificio son de dimensiones ortogonales estándar, lo que permite porciones significativas que se construirán con materiales recuperados de los flujos de residuos de construcción y demolición locales gestionados por Bee’ah, minimizando la demanda de nuevos materiales.
Toda la energía necesaria para la construcción se generará a través de fuentes de bajo y cero carbono, principalmente a partir de la conversión de los residuos urbanos adyacentes del Centro de Gestión de Residuos Bee’ah (que de otra forma se descompondrían en un vertedero) en energía, junto con grandes conjuntos de células fotovoltaicas incorporadas en el paisajismo del sitio.
En cuanto al proceso constructivo, será el estándar utilizado para la construcción de cualquier estructura de edificación, prestando especial atención a la cúpula hormigonada con forma de duna que se realizará mediante una cimbra flexible inflada |